23/12/13

Feliz Navidad

Es casi Navidad. Las casas se preparan, las chimeneas se encienden y las cocinas despiden aromas de melancolía por glorias pasadas y de felicidad por otro año más vivido.


Todos corremos a reunirnos con nuestras familias y quien más y quien menos ha pensado en algo especial para alguien especial. Nos ponemos sentimentales apoderados por lo que solemos llamar "espíritu navideño" y hasta nos volvemos más solidarios y tolerantes. Unimos lazos y nos reunimos, un día sí y otro también, con familiares y amigos. Siempre echamos de menos a alguien y la felicidad también convive con la tristeza. Vivimos la ilusión a través de los niños que son, al fin y al cabo, lo más parecido a revivir los bonitos recuerdos de la infancia. Y nieva, en Navidad debe nevar.


Cada año se repite la misma secuencia y cada año se sientan juntos en la mesa: el presente, el pasado y el futuro.

Feliz Navidad.


Fuente: Nut cake adaptado de la receta de Martha Stewart 

17/12/13

Pie de calabaza {Singulares Magazine}

A pocos días de las Navidades, hay que pensar en muchas recetas para todas las comidas y cenas que nos esperan. Yo soy de mantener tradiciones pero también de probar a introducir novedades en los menús de estos días junto a la familia y amigos. Hoy, en el blog de Singulares Magazine, os propongo una idea con chocolate, calabaza y naranja. Seguro que os tienta, pinchad aquí.


12/12/13

Cae la tarde

Cae la tarde y comienza a irse la luz. Cada vez son más los días en que me apoltrono en una silla sin más ambición que la de tejer y comer algo dulce.


Merendar es una de mis prioridades y no hacerlo, se convierte en un terrible pesar que no tiene sentido así que, en la medida de mis posibilidades, prefiero cumplir deseos antes que frustrarlos.


Nada tiene que ser perfecto, solo lo suficientemente sencillo como para cubrir las necesidades del momento. Tampoco ha de ser planificado con mucha antelación sino que la suerte sea que haya un poco de masa sablé congelada y unas manzanas en el frutero. El resto ya lo hacen unas almendras y un poco de miel y canela.


Al final se convierte en algo perfecto. No solo mi tarde se vuelve incomparable sino que con el olor que se encierra en la casa apetece buscar la eternidad de ese instante.


s a b l é   d e   m a n z a n a s   c o n   a l m e n d r a,   m i e l   y   c a n e l a

Para la masa sablé:
- 150g de harina de arroz
- 80g de almendra molida
- 60g de almidón de tapioca
- 80g de fécula de patata
- 220g de mantequilla en dados
- 1 huevo
- 1/2 cucharadita de levadura en polvo
- 1 cucharadita de esencia de vainilla.


- 4 manzanas sin pelar y cortadas en finas lonchas
- 1 cucharada grande de miel
- 2 cucharadas de almendras laminadas
- 1/2 cucharada de canela
- 1 cucharada de azúcar

1. Para hacer la masa sablé, mezclar las harinas, almendra molida, azúcar, huevo, levadura, esencia de vainilla y mantequilla en un procesador hasta que quede una masa un poco húmeda que se pegue algo a las manos. Formar una bola y refrigerar durante al menos una hora.
2. Precalentar el horno a 180ºC
3. Pasado ese tiempo, sacar y dividir en dos la masa (la que no vayamos a usar, se puede congelar). En una superficie enharinada, estirar la masa en forma rectangular. Espolvorear la cucharada de azúcar y la media cucharadita de canela por encima de la masa. A continuación ir superponiendo las lonchas de manzana en dos hileras. Y por último bañar las manzanas con la miel y repartir por encima las almendras laminadas.
4. Hornear durante 20 minutos a 180ºC.
5. Sacar y dejar enfriar. Servir

5/12/13

old-fashioned homemade granola

Creo que es imposible que me imagine ya mi vida sin una gran ventana. Llevamos un par de semanas que vemos más la vida a través de ella que al otro lado. Todos enfermos y resguardándonos del frío entre cuatro paredes.


Siempre me quedarán esos desayunos con ambición de ser eternos pero que al final se quedan en apenas cinco minutos, los mismos que Léa tarda en darse cuenta que allí estoy sentada y aún no estamos jugando.


Si tuviera que elegir un desayuno, no podría. Dicen que en la variedad está el gusto. Sin embargo, la granola es uno de mis preferidos: natural, nutritivo y, sobre todo, muy adictivo... y a la vez versátil.


Sus colores y sus sabores están inevitablemente ligados a esta época. Son dos pasiones juntas que se complementan a la perfección en un desayuno interminable ante una ventana que dibuja árboles ocres, verdes y marrones mientras se escucha música francesa de fondo. Hoy puede que no haya nada que lo supere.


A los colores de los árboles les quedan los días contados. No hay que desperdiciar ni una sola mirada antes de que desaparezcan las hojas. A veces no está nada mal estar a este lado de la ventana.


h o m e m a d e   g r a n o l a

- 100g de copos de avena (certificados sin gluten, yo uso una marca escocesa sino se pueden sustituir por copos de arroz, mijo o quinoa)
- 100g de semillas de girasol
- 100g de avellanas
- 150g de chocolate negro en trozos
- 50g de trocitos de platano deshidratado
- 10g de semillas de lino
- 10g de sésamo
- 20g de mantequilla
- 20g de azúcar de caña avainillada
- 80ml de sirope de agave
- 80ml de agua
- 1 cucharadita de esencia de vainilla

1. Precalentar el horno a 150ºC
2. En un pequeño cazo calentar el agua, el sirope de agave, la mantequilla, la esencia de vainilla y el azúcar.
Cuando el azúcar se haya derretido, retirar del fuego y dejar enfriar.
3. En un bol mezclar los copos de avena, las semillas de girasol, lino, sésamo, avellanas y los trocitos de plátano. Verter el líquido del cazo y remover.
4. Preparar una bandeja de horno con papel sulfurizado y extender la granola a lo largo de la misma.
5. Hornear durante 40 minutos abriendo de vez en cuando el horno para remover la granola con una cuchara de madera.
6. Retirar del horno y dejar enfriar para después incorporar los trocitos de chocolate.
7. Conservar en un tarro de cristal. 

20/11/13

soñar países

Siempre me pregunto cómo será vivir en países que tienen algo que me fascina.


Holanda es uno de esos países donde viviría un año, hay suficientes cosas en su cultura con las que me siento identificada. Hay una especie de silencio respetuoso, de cuidado de los pequeños detalles, de esmero en agradar a la vista y al oído, de orden, de cercanía, de vida y costumbres sanas.


Hace un par de semanas estuvimos en una granja con unos amigos y una vez más me doy cuenta de que la mayoría de las veces no hay que complicarse mucho para ser feliz: madrugar, un desayuno divertido con las niñas y pequeños paseos pausados.


A la vuelta el cuerpo me pidió gofres de chocolate con mascarpone, sirope de agave y avellanas tostadas. En otoño es difícil saciar el estómago, todo apetece más que nunca. Será la lluvia, será la luz tenue o quizás el frío.


Los gofres me gustan blandos en vez de crujientes y los prefiero fríos a calientes. De ellos me gusta que sean tan fáciles de combinar con casi cualquier cosa. Volverán más gofres y ojalá también más fines de semana como aquel.


g o f r e s   d e   c h o c o l a t e

- 150g de harina de arroz
- 50g de almidón de tapioca o en su defecto, almidón de maíz
- 25g de cacao amargo
- 400ml de suero de leche
- 2 huevos
- 50ml de aceite de oliva
- 1 cucharada de azúcar en polvo
- 1 cucharadita de bicarbonato sódico
- 1 cucharadita de levadura en polvo
- 1 pizca de sal

Para acompañar:
- Mascarpone
- Sirope de agave
- Avellanas tostadas en el horno

1. Precalentar la gofrera.
2. Batir los huevos en un bol e ir añadiendo poco a poco el suero de leche, el aceite hasta incorporarlas bien.
3. Añadir la harina, el cacao, el azúcar, la levadura, el bicarbonato y la sal tamizados. Mezclar bien sin que queden grumos.
4. Rellenar la gofrera caliente extendiendo la masa por todas las esquinas de las placas con una espátula hasta que quede bien repartida y uniforme.
5. Cerrar la gofrera y dejar cocer aproximadamente 5 minutos o hasta que estén dorados.
6. Cuando están cocidos levantar despacio con la ayuda de un tenedor.
7. Añadir el acompañamiento deseado, en este caso, una cucharada de mascarpone en cada gofre y bañado por sirope de agave con topping de avellanas tostadas previamente en el horno.

9/11/13

Amarillo

No enamorarse del otoño es casi tan imposible como dibujar el sonido de una hoja al caer en el agua.


No tengo muy claro si cambiaría Bruselas por otra ciudad en esta estación. Hay algo especial en sus parques, más alla de los colores, de la hojarasca y de la lluvia. Quizás lo eche de menos algún día.

No estoy mal aquí, no me gustaría irme de momento pero nunca se sabe, las oportunidades están donde uno las busca o donde el destino se encarga de que las encuentre.


Esta ciudad me ha enseñado más cosas de las que nunca pude imaginar, creo que ha sido el lugar donde más partido he sacado de mí misma sin ni siquiera haberme dado cuenta. Y puede que aún me quede algo por descubrir. Esto por lo menos compensa algunas otras cosas que me pierdo, personas a las que veo menos de lo que quisiera, risas y abrazos que echo de menos y un poco de libertad que se ha quedado cogiendo polvo en el trastero.


Han sido muchos días de lluvia, cambios y adaptaciones y encontrar tiempo para conciliar pasiones y obligaciones nunca es tan sencillo como parece. Lo que está claro es que no dejo de perseguir el color del otoño y eso se ha traducido en mis pretensiones culinarias de esta semana. Es cierto que tengo una ventana que me lo recuerda constantemente.


l e m o n  -  a l m o n d   b a r s

- 200g de polvo de almendras
- 80g de sirope de agave
- 100ml de mantequilla derretida
- 2 limones (zumo y ralladura de ambos)
- 4 huevos
- 50g de fécula de maíz

Precalentar el horno a 180ºC y engrasar un molde cuadrado.
En un bol, mezclar las almendras en polvo, la mitad del sirope de agave y la mitad de la mantequilla derretida. Cubrir la base del molde con esta mezcla pasando una espátula para repartirla bien y que quede más o menos alineada. Hornear durante 10-15 minutos hasta que empiece a dorarse ligeramente en los bordes. Sacar y reservar.
Batir el zumo y la ralladura de los limones, los huevos, el resto del sirope de agave y de la mantequilla y la fécula de maíz. Incorporar esta mezcla a la base de masa de almendra y hornear durante 15-20 minutos o hasta que la superficie sea estable y quiera comenzar a dorarse (no dejar que se dore para conservar el color amarillo). Retirar del horno y dejar enfriar.
Desmoldar y cortar en cuadraditos. Servir con un topping de mascarpone si se desea.


21/10/13

Puro otoño y una receta para Singulares Mag

Celebrando la entrada en una estación tan especial, las vendimias y las frutas de temporada, la receta que esta semana cubre el blog de Singulares Mag no podía ser otra que una que reuniese el vino, las ciruelas, la canela y los colores apagados.Puro otoño. La podéis ver aquí.