13/4/13

de vuelta a las buenas costumbres {y unos crêpes de chocolate}

Parece que hace siglos que no entro en la cocina y en realidad han pasado apenas dos semanas. Hemos vuelto a Asturias buscando un poco de primavera y árboles floridos, lo que para nosotros se traduce en sol y verde. Sin embargo, solo hicimos que saltar de nubarrón en nubarrón y en todos lados nos mojamos.


Últimamente he estado un poco perdida, reconozco que me empieza a pasar como a los bebés: salir de la rutina me desconcierta. Evidentemente, a Léa le pasa lo mismo por eso cuando volvemos, tenemos que empezar de cero otra vez con todo y me refiero más que nada a lo más importante: los trastornos del sueño y de las comidas. Aunque parezca mentira, llevamos una semana en la que solo me he preocupado de su readaptación y hasta se me ha olvidado una de mis principales ocupaciones semanales que consiste en tener algo previsto para el desayuno (el verdadero "must" de nuestra casa). Por eso, para reconciliarme de nuevo con las buenas costumbres, hoy por la mañana me he levantado totalmente dispuesta a hacer crêpes de chocolate.

No son demasiado dulces porque me gusta notar el sabor amargo del buen cacao. Los crêpes me gustan finos, muy finos, tanto como el papel. Y en cuanto al relleno, hay decenas de posibilidades pero hoy he pensado en mascarpone y fresas.

  

Además de perdida también estoy nerviosa. En menos de un mes Léa cumplirá un año. Aún me parece mentira que el tiempo haya pasado tan rápido y a la vez todo haya sido tan intenso desde aquel 9 de mayo del año pasado. Ahora estoy inmersa en un millón de ideas para su fiesta de cumpleaños que, por supuesto, celebraremos por todo lo alto.

La adoro.


c r ê p e s   d e   c h o c o l a t e

- 150g de harina de arroz sin gluten
- 30g de cacao puro
- 3 cucharadas de azúcar de caña
- 125ml de agua
- 125ml de leche
- 3 huevos de tamaño medio
- mantequilla para untar la sartén

1. En un bol, se vierte el agua, la leche y el azúcar.
2. Seguidamente, se añade la harina y el cacao tamizados y se remueve bien para evitar grumos.
3. Por último se añaden los huevos uno a uno bien incorporados a la masa.
4. Tapar con un film de plástico y meter en el frigorífico. Deben reposar al menos una hora (yo los suelo hacer la noche anterior y reposa hasta por la mañana).
5. Sacar de la nevera media hora antes de su utilización. En una sartén a fuego medio, untar una nuez de mantequilla y dejar que coja calor. Ir vertiendo la masa en la sartén volteándola con la mano hasta que se reparta bien desde el centro hacia los lados en una capa fina. Pasado un minuto o cuando empiecen a formarse agujeritos en la superficie, dar la vuelta con una paleta fina ayudándose también de los dedos. Cocer por el otro lado.
6. Servir con mascarpone y fresas en mermelada.